Eficiencia energética

Cualquier actividad en una sociedad moderna sólo es posible con el uso intensivo de una o más formas de energía.

Entre las diversas formas de energía, son de especial interés las que son procesadas por la sociedad y puestas a disposición de los consumidores cuando las necesiten, como electricidad, gasolina, alcohol, gasoil, gas natural, etc.

El uso racional de la energía, también llamado simplemente eficiencia energética, consiste en utilizar esta energía de manera eficiente para obtener un resultado determinado. Por definición, la eficiencia energética consiste en la relación entre la cantidad de energía utilizada en una actividad y la disponible para su ejecución.

¿Qué es la eficiencia energética?

El concepto de eficiencia energética está vinculado al uso racional de la energía, que consiste en obtener el mejor servicio con el menor gasto energético.

Diversas acciones de eficiencia energética contribuyen al uso racional de la energía, como la eficiencia de equipos y procesos para reducir el consumo, programas educativos orientados a incentivar el uso seguro y eficiente de la electricidad, y los procesos de reutilización y reciclaje.

Un ejemplo sencillo de ahorro energético que le da una dimensión de eficiencia energética, es el cambio de lámparas convencionales por lámparas tipo LED.

Una lámpara LED de 9W tiene un nivel de brillo equivalente a una lámpara fluorescente compacta de 15W, con un ahorro de energía del 40%. Además, tiene una vida útil 4 veces mayor.

Ahorro energético

Los equipos y sistemas transforman formas de energía para aprovecharla. Una parte siempre se pierde en el medio ambiente durante este proceso. Por ejemplo, una lámpara convierte la electricidad en luz y calor.

Como el propósito de la lámpara es iluminar, se obtiene una medida de su eficiencia dividiendo la energía de la luz por la energía eléctrica utilizada por la lámpara. Y el calor queda como energía desperdiciada.

Otra fuente de desperdicio proviene del uso inadecuado de dispositivos y sistemas. Una lámpara encendida en una habitación sin nadie también es un desperdicio, ya que la luz no cumple su propósito de iluminación.